Lo primero que debemos conocer es qué es el Modelo de los Doce Pasos, que surgió en EEUU en el año 1935 de la mano de la Fundación de Alcohólicos Anónimos. Está planteada a partir de concebir la enfermedad de la adicción como una dolencia crónica y se encarga de vincularla tanto a las emociones como al cuerpo y el espíritu. Es, por tanto, un modelo de auto-atención que se centra en que quienes asisten a las reuniones conjuntas de los Doce Pasos, los propios miembros de la confraternidad, se apoyen mutuamente. Así, este modelo permite que el paciente se incorpore con rapidez a sus actividades y sin tener que desligarse de su entorno.
Qué es el Modelo Minnesota
El modelo de tratamiento que explicaremos a continuación es conocido como Modelo Minnesota y está fuertemente basado en los Doce Pasos de Alcohólicos Anónimos. Se articula mediante terapias grupales, que consistirán en entrevistas motivacionales, terapias de psicología cognitivo-conductual, gestáltica, terapia racional-emotiva y terapia humanista. También contará con terapias individuales, que serán siempre con un marcado enfoque freudiano-lacaniano (teoría del Estadio del Espejo, que defiende la formación y construcción del yo en función de la identificación con el otro) y cognitivo-conductual, centrada en los problemas y dificultades del aquí y el ahora.
Objetivos del Modelo Minnesota
A largo plazo
- Por supuesto, desde que se adhiere al modelo, obtiene el compromiso de abstenerse por completo a todo tipo de drogas, ya que lo que se busca con este paso es la desaparición del deseo, que tardará en llegar en función de la persona. El modelo predica la abstinencia absoluta a todas las sustancias susceptibles de alterar el estado mental, incluido el alcohol.
- El modelo Minnesota tiene un lado espiritual que busca crear y construir una vida de calidad física, mental y emocional con propósito en claro a conseguir. Ayudar a entender al adicto que su enfermedad crónica no está reñida con la posibilidad de tener una vida constructiva.
A corto plazo
- Hacer que tanto el adicto como su familia acepten la enfermedad y las consecuencias que ésta conlleva.
- Hacer ver al adicto y a su familia la necesidad de ayuda y conseguir que no les dé vergüenza o miedo buscarla, animando a sus miembros a buscar fortalezas fuera de ellos mismos.
- Aprender a identificar cuáles son las conductas que el adicto tiene que cambiar para poder iniciar una nueva vida sin drogas.
Terapias de grupo
Desde el centro de desintoxicación en Valencia se recomienda de manera encarecida a sus miembros realizar una serie de prácticas a asistir a las terapias de grupo programadas, ya que son clave en el desarrollo del programa, en especial para que los pacientes mantengan una vida libre del uso de sustancias y evitando los comportamientos adictivos, que serán corregidos y trabajados en los grupos. Los terapeutas en recuperación tienen la capacidad de hacer que los pacientes se sientan identificados y también para dotarles de la confianza necesaria para implicarse de forma honesta en la recuperación. Además, ciertos estudios han demostrado que, en terapias donde los grupos están perfectamente estructurados hacia un objetivo común, los pacientes son más capaces de afrontar sus problemas de adicción, ayudándose mutuamente siempre que hace falta.
Eficacia del Modelo Minnesota
Este modelo de tratamiento responde fundamentalmente a estrictos criterios de eficacia. Las distintas variaciones del Modelo Minnesota se han ido aplicando con éxito en los sistemas sanitarios públicos y privados en diversos países como Estados Unidos, Inglaterra, Irlanda o Portugal.
Su eficacia está avalada por diversos estudios realizados en el campo de la adicción. En concreto, el Modelo se encuentra avalado por el Proyecto Match, que es, hasta ahora, el estudio más amplio realizado en este campo, realizado a lo largo durante ocho años, e impulsado por el Instituto Nacional de Abuso del Alcohol y Alcoholismo Norteamericano, entre otras instituciones.
Otros estudios, como el programa MAAEZ (Make AA Easier) evaluaron el impacto que tienen las actividades de las terapias de grupo sobre la recuperación de sus participantes desde su incorporación hasta un periodo de 12 meses. Los mejores resultados fueron obtenidos por aquellos individuos con una participación más seguida y consistente y que contaban con padrinos.